Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental se define como “un estado de bienestar en el cual la persona es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.
Lamentablemente todos en algún momento de nuestra vida pasamos por una alteración o trastorno mental que tiene como origen un suceso traumático o bien a una “mala racha”, la cual que suele ser pasajera. Si embargo, hablamos en términos de enfermedad mental cuando esta alteración afecta a nuestro cerebro de forma permanente, impidiendo desarrollar nuestra vida con normalidad. Y es en estos casos donde se requiere una abordaje clínico.
Entre los principales transtornos mentales se encuentran, la depresión, la ansiedad, las fobias, trastornos de la alimentación y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Una amplia literatura evidencia los efectos beneficiosos que produce el ejercicio, no sólo a nuestro cuerpo, si no también a nuestra mente. A continuación resumo las más importantes:
DISMINUCIÓN DEL ESTRÉS Y LA ANSIEDAD: El estrés es la reacción del cuerpo ante una amenaza y, a su vez, la ansiedad es la reacción del cuerpo al estrés, por lo tanto son indisolubles. Lo que si podemos es distinguir entre la ansiedad como estado o como rasgo.
La ansiedad como estado puede definirse como aquella ansiedad caracterizada por sensación de aprehensión o amenaza, acompañadas de una gran excitación fisiológica (sudoración, nerviosismo, aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria)
La ansiedad como rasgo, sin embargo, es un factor de predisposición que tiene que ver con las probabilidades de que una determinada persona perciba una situación como amenaza.
El ejercicio regular mitiga los síntomas de ansiedad en ambos casos y puede tener su explicación en dos de sus efectos biológicos: El primero es que, durante la práctica de ejercicio rítmico, como andar, correr, montar en bici,…la excitación cerebral cortical se inhibe debido un bombardeo de impulsos rítmicos aferentes procedentes de los músculos esqueléticos, lo cual provoca una “apaciguamiento” de la actividad congestiva asociada a los estados de ansiedad o estrés: Y el segundo es el llamado efecto termogénico; el hipotálamo al detectar el aumento de la temperatura corporal induce una relajación cortical para mantener la omeostasis.
EFECTO ANTIDEPRESIVO: Según la OMS, la depresión es el trastorno mas común y se estima que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo. Durante los episodios de depresión se reducen los niveles de serotonina y de noradrenalina. Se ha comprobado que el ejercicio aumenta de forma natural estas aminas biógenas.
EFECTO ANGIOGÉNICO: Estar en buena física ralentiza la disminución del riego sanguíneo cerebral al envejecer, favoreciendo la creación de nuevos vasos sanguíneos.
AUMENTO DE LA EXPRESIÓN QUE CODIFICAN FACTORES NEUROTRÓFICOS: El ejercicio puede incrementar la expresión de los genes que preservan y nutren el tejido cerebral, aumentando la neuroplasticidad y, por tanto, la salud de tus neuronas.
AUMENTO DE LA RESERVA COGNITIVA: La reserva cognitiva es la resistencia al deterioro causado por la edad y las enfermedades asociadas a formas de demencia como el Alzheimer.
“En un estudio con hombres de alrededor de los 60 años, los sujetos que estaban físicamente más en forma mostraron un mejor rendimiento mental en la ejecución de una compleja batería de retos cognitivos que los sujetos sedentarios. De hecho, los hombres físicamente en forma de más edad no sólo superaron a los hombres sedentarios, si no que también rindieron de forma similar a de un grupo de hombres en edad universitaria”.
En definitiva podemos concluir, sin atisbo de duda, que el ejercicio, no sólo te mantiene activo y sano, sino que además te ayuda eficazmente a conservar la juventud de tu cerebro.
FUENTES:
-Manual NSCA
–https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/depression
