Diversos estudios científicos internacionales confirman que la práctica deportiva de manera sistemática y moderada permiten mejorar el sistema inmunológico y ayuda a prevenir enfermedades de las encías y a tener una boca más sana.
Ante esta abrumadora evidencia se podría pensar que los deportistas profesionales, quienes dedican su vida al cuidado integral del cuerpo, son aquellos que gozan de mayor salud en general; nada más lejos de la realidad, ya que en los Juegos Olímpicos de 1968 se detectó por primera vez la mala salud bucodental de los atletas; hecho que se corroboró en 2012, con motivo de los Juegos Olímpicos de Londres, en un estudio realizado por la University College de Londres (UCL) entre 278 participantes.
En dicho estudio se descubrió que un 55% de los deportistas tenía caries, y en un 41% de los casos la dentina ya estaba afectada. Se observó también un alto grado de desgaste dental y de gingivitis, y de estos últimos, un 15% ya había derivado en una periodontitis, una enfermedad seria.
En nuestro país en el año 2003, los servicios médicos del F.C. Barcelona decidieron realizar por primera vez un estudio intensivo de la salud bucal de los jugadores de la primera plantilla del club para medir su impacto en el rendimiento deportivo. Ese año, de media sufrían 2,2 caries activas por jugador.
Tras 3 tres temporadas, el equipo médico odontológico, determinó la clara existencia de una correlación entre las infecciones crónicas bucales y una mayor incidencia en el número de lesiones de ligamentos, tendones y huesos.
Expertos de La Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) hablan de una influencia directa de la mala salud bucodental en las capacidades físicas y lo asocian con un menor rendimiento deportivo. La explicación es sencilla, cuando las bacterias causantes de estas infecciones acceden al torrente sanguíneo viajan hacia los músculos y articulaciones produciendo astenia, que se manifiesta en forma de fatiga muscular, inflamación y cansancio excesivo. La consecuencia directa son desgarros musculares, dolores articulares, lesiones y sus recidivas.
Los Calambres, la fiebre, las cefaleas y las alteraciones digestivas son sólo algunos de los síntomas que nos pueden hacer sospechar que padecemos algún trastorno bucodental.
En deportistas una mala salud bucal suele deberse a las siguientes causas:
- El consumo frecuente de carbohidratos y de bebidas isotónicas: Un entrenador personal, podrá darte pautas precisas en cuanto a la cantidad y timing más adecuado para tu disciplina.
- La deshidratación: la boca seca y el entrenamiento intensivo puede provocar una alteración en los mecanismos inmunológicos.
- El aumento de la tensión y el estrés: el bruxismo eleva el riesgo de contractura de a nivel de la articulación temporo-mandibular(ATM), provocando un acortamiento del ROM en grupos musculares de la cadera posterior.
Si vas al gimnasio o realizas ejercicio físico de forma regular y quieres optimizar y prevenir lesiones te aconsejamos que revises periódicamente tu salud bucodental.
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